lunes, 27 de enero de 2014

Vuelve.

Aquí me tienes una noche más, escribiéndote. Ya no sé hace cuántos versos me prometí que no te volvería a escribir. Pero ya ves que no soy de cumplir promesas, aunque tú tampoco. Ya tenemos algo más en común.  El frío se cuela por la ventana. Se agrietan los labios, se rompen los cristales y el alma sangra. Este de la izquierda, te necesita, no entiende de estar sólo, espera que llegues, que rompas esta rutina que lleva conmigo hace más de mil versos. Pero por mucho que espere no va a escapar de esta. Tú dejaste claro, hace ya mucho, que tantas ruinas no van contigo y que a mí me van los hijos de puta. Que te van las mentiras con seda, los besos en la oreja y los 'te quiero' en el oído. No hacía falta que me llevases a Roma, pero sí que me lo hicieses al revés. Y que nos quedaban mil amaneceres que ahora le das a otra enamorada más.

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