Todo éste tiempo he
querido avanzar. Ser capaz de olvidar, pero sin parar de recordar...
Tus recuerdos aún
duelen, tus fotos aún me hablan, esa canción aún me perfora los esfuerzos por
no llorar, sigo siendo más susceptible ese día de cada mes que lleva
grabados nuestros apellidos, giro la cabeza inconscientemente al escuchar
tu nombre, aunque no se refiera a ti, y las ganas de verte no se han consumido
del todo aún, no voy a negarlo. Pero ya nada es como hace unos meses... Te has
ido marchando de mi cabeza poco a poco. Nadie ha ocupado, ocupa, ni ocupará tu
lugar jamás. Nadie hace que desaparezca la herida que dejaste, pero alguien ha
puesto una fina capa sobre la cicatriz. Si alguna vez te dicen que dejé de
quererte, que dejaste de importarme, no les escuches. No lo hice, no te olvidé,
no te dejé de querer, me sigues importando casi como el primer día... Pero el
tiempo ha pasado para los dos.
Tal vez volvamos a
tener contacto algún día, y espero que para ese momento, pueda mirarte a los
ojos y no sentir nada más que cariño, aprecio, porque, por mucho tiempo que
pase, por más que cambien las cosas, no se puede ser insensible ante lo que un
día se amó. Que hasta esa fecha, todo te vaya bien, que encuentres a alguien
que te merezca, y a quién merezcas... Que te haga feliz, que te valore, que
esté siempre que necesites un hombro sobre el que llorar, que sepa sacarte
tantas sonrisas como me sacabas tú a mí, que tú también sepas valorarle como
merezca... Pero sobre todo, que no sea como yo.
¿Ves? Todo pasa, todo
cambia, todo tiene un final, las promesas se rompen... ¿Qué hicimos mal? ¿Dónde
estuvo el error? Puede que eso ya no importe, pero no puedo evitar
preguntármelo después de todo. ¿Cuántas veces te he dicho "adiós"?
Ésta será la última. Ya no quedan motivos para seguirlo intentando, en cambio,
si para pasar página.
En cierto modo, no
quiero olvidarte. No sé si es por miedo a dejar atrás todo lo que vivimos,
pues, al fin y al cabo, en algún momento de mi vida, esos detalles me hacían
sonreír, extraer fuerza de donde no la había... También podría ser porque me da
miedo que se repita la historia, y que vuelva el dolor... Llámame cobarde, pero
tú no lo viviste. Tú seguiste tu camino sin mirar atrás, sin pararte a observar
los recuerdos... Admite que nada de esto te dolió. Ha pasado el tiempo...
Tú seguiste tu camino hace mucho, y yo me quedé congelada. Es mi momento de
hacer el último de los esfuerzos por levantarme, porque ésta vez estoy segura
de que lo conseguiré. Porque ahora hay alguien que me da la mano, y que está
cobrando la suficiente fuerza para ayudarme a levantar.
Gracias por todos esos
momentos, por todas esas sonrisas, por todos los días que valieron la pena, por
las lecciones que me enseñaste; aunque fueran a base de lágrimas, por ser mi
aire en algún momento, por todo lo que hiciste por mí, consciente de
ello, o no. Y de verdad que siento mucho todas esas veces en que la jodí
hasta el fondo… Todos cometemos errores, ¿verdad? Confío que algún día te darás
cuenta de los tuyos. Y como te dije una vez, pase lo que pase, estaré siempre
aquí; yo si cumplo mis promesas.
Es el momento de pasar
página, y de cerrar éste capítulo. No me rendí, lo intenté hasta la saciedad,
pero me alejaste... Ya no depende de mí.
Mientras todo
transcurre, hazme un favor: cuídate mucho y sé feliz. No olvides sonreír,
porque tienes una sonrisa preciosa. Recuerda que me enamoré de ella una vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario