jueves, 25 de septiembre de 2014
martes, 23 de septiembre de 2014
Y pasa que te enamoras
martes, 10 de junio de 2014
Tres 'para siempre' y un 'hasta nunca'
Sin embargo, y aunque haya tres 'para siempre', un 'hasta nunca' y cinco personas haciendo autostop de distancia entre nosotros, siempre hay algo que nos une. No son los recuerdos, no es el amor, no es un puñado de promesas tan rotas como nosotros. No hay nada realmente, pero a la vez es todo.
Supongo que todos los héroes tienen que separarse de a quien protegen alguna vez.
Supongo que la kriptonita tiene que dejar que el héroe sea feliz.
El problema es que el héroe protege a la kriptonita.
Pero siempre hay una atracción.
Siempre, siempre.. Incluso en el cielo...
En el noveno cielo.
martes, 29 de abril de 2014
Todo
Éramos tan felices.. Tanto que se nos hacía imposible poner una cara larga.
¿Sabéis? Estábamos tan unidos que mis amigos se sorprendían. Él era mayor que yo, y a veces estuvimos a punto se matarnos.
Tal vez era justamente eso, nuestra edad, lo que hacía que nos complementáramos tan bien. Él era responsable -o al menos lo intentaba-, un poco infantil y no le costaba poner la cabeza fría cuando hacía falta. ¿Yo? Un terremoto. 18 años. Me comía el mundo empezando por él.
Sin embargo, su seriedad a veces chocaba con mi anarquía mental. Y, bueno, los choques son roces, y el roce hace el cariño. Nos amábamos con locura.
A veces casi puedo escucharle echándome la bronca cuando me peleaba o me enfadaba -he de reconocer que tengo mal humor- y me hacía entrar en razón recordándome que la gente necesitaba que bajáramos a su nivel, pero nosotros éramos tan felices en nuestro cielo que no lo haríamos nunca.
Lo echo de menos. Claro que lo echo de menos, joder. Echo de menos sus razones para amarme -qué bien se expresaba el capullo- y hablarle sin parar repitiendo mil veces lo mismo porque acabé sin palabras para explicarle lo que sentía.
Echo de menos dibujarlo aunque fuese casi imposible, porque él ya era una obra de arte hecha carne y no le hacía justicia.
Echo de menos sus ojos y su color café -nunca mejor dicho, porque me quitaban el sueño-, sus ganas de conquistar el cielo -el de mi boca-, su forma de ver la vida y, sobre todo, nuestros choques. No sólo por el cariño, sino porque me desmontaba y montaba, y cada vez que lo hacía me parecía un poco más a él.
Él era todo lo que deseaba, tanto que yo no existía sin él y él no existía sin mí. Nunca me ha gustado el símil de la media naranja, pero, sin duda, si creyese, él sería la mía. No éramos perfectos, pero éramos seres complementarios, merecía la pena soñar con un 'Para siempre' a su lado.
Llegué a decir cosas súper ñoñas por él sin pensar, ya que me volvía tan loca que mi cerebro dejaba de pensar y sólo era oxitocina. Él era mi significado de Amor.
Él acabó siéndolo todo para mí.
lunes, 24 de marzo de 2014
Érase una vez.
ahí, justo en medio de la mejilla,
por allá donde paso el pulgar cuando trato de memorizar los límites, ángulos y vértices que forman su cara.
Tiene dos brazos de esos que abrazan como si más allá de mí, no hubiera nada;
como si fuera a huir y no me dejara;
como si yo pudiera, como si yo quisiera huir, qué gracia.
Y sus manos; joder,
cualquiera en su sano juicio querría perderse al pasear entre sus preciosos dedos infinitos,
que por si lo anterior no fuera suficiente,
encajan a la perfección al chocarse contra los míos.
También su cuello,
que mide lo mismo que tarda mi lengua en perder la saliva al recorrerlo.
Y si nada de esto consiguiera convenceros,
entonces -y solo entonces-
mencionaría eso de cuando medio sonríe;
que he fundado mi república independiente en las comisuras de las semi-sonrisas que emite
en esas décimas de segundo que gasto cuando le estoy besando,
porque entre beso y beso,
justo entonces mueve los labios.
Qué más contaros, si siempre es aquello que necesito;
y lo que más me gusta de él, es que de todo lo que es, aún sigue siendo mi mejor amigo.
Hasta cuando se enfada,
que su boca se transforma y sus ojos pierden la capacidad de mirar directamente a los míos,
aunque le estén esperando a medio camino.
Así que cualquier día de estos que decide pilotar el avión de mi espalda,
igual desaparezco porque me he subido al vuelo dirección lugar que él mismo traza;
mientras me acaricia a mí o a las cinco cuerdas de esa triste guitarra.
Y eso es todo por hoy,
que hoy ha terminado lloviendo -y no me refiero al otro lado de la ventana-
porque ahora que lo tengo después de no haberlo tenido durante tanto tiempo;
ahora es cuando no me va a quedar más remedio que echarle de menos.
Seguimos vivos.
lunes, 17 de marzo de 2014
miércoles, 12 de marzo de 2014
So(n/ñ)ar.
jueves, 6 de marzo de 2014
Estoy hecha a estar sin ti
miércoles, 5 de marzo de 2014
Y, al final, todos rotos.
Después, todos rotos. Una familia desmembrada, unos amigos que no aguantan el no ver a aquella chica que sonreía de vez en cuando. Una habitación vacía en la que una madre hundida no puede ni entrar. No queda nada. Ya se ha ido para siempre.
Y quién diría. A lo mejor habría llegado lejos. A lo mejor habría sido una mujer a la que admirar. A lo mejor no se había fijado en que el chico de al lado le había sonreído aquella tarde. A lo mejor no se había fijado en que su madre solo quería protegerla y no joderle la vida. A lo mejor no se había fijado en todos esos pequeños detalles que le dan sentido a la vida. A lo mejor ella misma había sido caos, su propia autodestrucción. A lo mejor no había sabido ver esa pequeña luz en toda esa inmensa oscuridad.
¿Qué haces bailando si el mundo está tocando su marcha fúnebre?
No voy a dejar de cantar en la ducha a las seis de la mañana solo porque perturbe las pesadillas del vecino.
No voy a dejar de saltar al andar solo porque los demás me miren raro.
Prefiero tener negros los pulmones de fumar que tener el cerebro podrido de las mentiras que cuentan en las noticias.
Prefiero soñar con imposibles a vivir de puntillas y que nadie se dé cuenta de que he pasado por su lado.
Aún me quedan muchos ''mejores momentos'' que vivir y muchas costillas que seguir destrozando por las hostias.
Me va a seguir gustando la poesía clara y sin palabrerías (el amor jode y nos hace más fuertes si no nos mata).
Y voy a seguir creyendo en el amor como punto fuerte y punto flaco del mundo.
Mis estados de ánimo van a seguir siendo una función de ondas que alcanza su máximo y su mínimo en infinitos períodos.
Voy a seguir escribiendo(te).
Y voy a seguir sonriendo con cada locura que haga un viernes por la tarde jodiéndole los planes al hijo de puta de mi destino.
Voy a seguir quemándome los labios con las últimas caladas de mis cigarrillos y con ''palabras'' que me quedé con ganas de decir.
Voy a seguir creyendo que algún día me crucé con el amor de mi vida y no me di cuenta de que ya había apartado la mirada cuando yo le miré.
Voy a seguir creyendo en que las tardes de domingo son tan largas como las mañanas de los lunes, y que las películas de por la tarde no hay quien se las trague sin buena compañía.
Voy a seguir creyendo en que el alcohol sirve tanto para las heridas de fuera como las de dentro. ¡Y qué bien me sienta emborracharme!
Voy a seguir creyendo en mí. Y en ti. Bueno, alguna que otra vez dudaré.
lunes, 3 de marzo de 2014
De mis idas, tus venidas.
miércoles, 26 de febrero de 2014
Tercera calada.
Era morena, con las mismas ondulaciones en el pelo que en su vida. Su tez era tan oscura como el fuego que ella solía desear.
Estaba sola en aquel gran lugar. Le dio una calada y soltó el aire con placer. Bien sabía ya ella que su vacío no podría llenarlo aquel humo.
Más de una vez le repitieron que se estaba matando, y ella sólo sabía pensar que quizás es lo que realmente quería. Otra calada, los problemas cada vez son más pequeños. La soledad y la locura se apoderaban de ella. Llevaba un vestido amarillo, y una gigante chaqueta de cuero negra que le devolvía el frío que él le provocó.
Cada día que pasaba, el otoño se enfriaba y se acercaba su queridísimo invierno.
Se acercó a un columpio que no sabía ni cómo, estaba justo a sobre sus pies. No recordaba cómo había llegado hasta allí, pero tampoco tenía intención de aprender cómo iba a volver. ¿A caso iba a hacerlo? Se sentó y con dos suaves patadas al suelo, el columpio empezó a moverse poco a poco, y ella, tan sólo pendiente de que el cigarrillo que sujetaba con desesperación no se cayese, esbozó una sonrisa. Cuanto más alto se columpiaba, más sentía el frío en las piernas, y en el dolor. Pero le gustaba sentirse libre, es una sensación que poca gente podía experimentar en un mundo como ése.
Se cayó del columpio y se empezó a reír.
Cogió otro cigarro, y esta vez el viento le dio una tregua permitiendo por una vez que algo en su vida no se apagase, y echó a llorar. Primera calada, echó el humo con rabia. Segunda calada, ¿dónde estaba su locura? Ya debería haber aparecido. Tercera calada, esta vez los problemas no se iban. Tendrá que enfrentarse a ellos. “¿Sola?·” Pensó mientras sacaba otro cigarro.
¿Y qué le quedaba? Tan sólo aquellos malditos cigarros que la alejaban de la vida y la fría y negra chaqueta de cuero que él se dejó aquel día en su casa.
Si supieras.
En el trayecto me arrepentiré una y mil veces, me llamaré loca, me daré cuenta de que estoy fundiendo mis ahorros por una idea kamikaze. Pero desbloquearé el móvil y veré tu cara en mi fondo de pantalla. Joder. Lo daría todo por ti. Lo estaré dando todo por ti.
Entonces bajaré del tren e iré directa hacia ti. A veces iré corriendo. A veces iré andando. A veces me pararé en seco. Pero saber que estoy cerca me hará avanzar.
Me encontraré a muchas personas importantes con las que hablaré unos minutos sin darme cuenta de lo que hablamos. Y continuaré mi camino.
Tarde o temprano llegaré.
Estarás de espaldas.
Te reconoceré.
Diré tu nombre.
Me reconocerás.
Nos miraremos.
Frente a frente.
Los centímetros parecerán hectáreas.
Se me llenarán los ojos de lágrimas.
Sonreirás.
Tus colmillos.
Oh, joder.
Empezaré a correr.
Abrirás los brazos.
Cada vez menos espacio.
Ya estoy llegando.
Falta poco.
Te rozo.
Te toco.
Te abrazo.
Me abrazas.
Te estrecho.
Me estrechas.
No puedo respirar.
Me da igual.
Me sacas las lágrimas.
Estoy en casa.
martes, 25 de febrero de 2014
'After the storm, comes the calm'.
Ojalá
yo no quiere que le quiera
Qué será de nosotros.
Qué será de nosotros cuando la distancia entre nuestra existencia sea más extensa que la distancia entre ambos polos. Cuando ya no queden razones para hacernos los sordos cuando oímos hablar del otro. Cuando las madrugadas ya estén acostumbradas a la ausencia de nuestro intercambio de palabras. Cuando las ganas que agotamos ya se hayan cansado y decidido no esperarnos más.
Qué será de nosotros cuando las pisadas que hemos dejado desaparezcan sin dejar rastro, abandonando el camino que recorrimos hasta darnos por vencidos. Cuando las caricias de otras manos consigan calentarnos como nosotros con las nuestras una vez hicimos. Cuando el miedo a amar de nuevo huya de tanto frío y la necesidad de llenar vacíos alce el vuelo. Cuando ya no nos giremos al creer habernos visto paseando por cualquier calle al azar, aun siendo conscientes de la imposibilidad de ese encuentro.
Qué será de nosotros cuando las canciones dejen de hacernos recordarnos. Al igual que los paisajes. Al igual que los viajes. Al igual que los planes. Al igual que las calles. Al igual que las ciudades. Al igual que cualquier vulgar historia de amor con triste final. Qué será entonces de nosotros.
Qué será de nosotros cuando ya no me queden palabras para describirte, para escribirte, para decirte, para renombrarte, para perdonarte, para regresarte. Cuando ya no sepa qué tecla del teclado debo pulsar. Cuando no sienta la exigencia de evocarte mediante tinta con impaciencia. Cuando deje de imponerme la dulce y ardua tarea de follarme cada folio virgen mientras grito tu nombre. Cuando faltes en mi conciencia, cuando ya no emerjas en mi inconsciencia.
Qué será de nosotros cuando ya no quede ni una sola manera de hacer mella en la vida del otro.
Qué será de nosotros.
Y qué será de mí.
lunes, 24 de febrero de 2014
Ven, me congelo en este frío que mis sábanas no saben calmar. Ven, te necesito. Ven, necesito que alguien me quiera por aquí, hace tanto de la última vez que ya casi se me olvida lo bien que me sentía reflejada en tus pupilas y disfrutando de tu respiración. Ven, por favor.
sábado, 22 de febrero de 2014
¿A que juegas corazón? ¿A curarte las heridas con limón?
Esto va para ti, que has sufrido alguna vez. Da igual de dónde seas o cualquier aspecto físico, esto es para ti.Sé lo que es. Sí, sé cómo te sientes. Conozco esa sensación de vacío que te oprime el pecho y que parece que no hay suficientes lágrimas en el mundo para calmarla, esa sensación de que nada va bien, en la que tu cabeza funciona sola dándote los peores pensamientos posibles. Esto va para ti, que te han marginado, que te has visto obligado a cortarte las venas, a dejar la comida o a vomitarla, que te han mirado con desprecio.Te miras al espejo y sabes que nunca estarás conforme. Da igual cuánto peses, da igual cuánto cambies, nunca vas a estar bien y ahí empiezas a darte cuenta de lo enfermo que estás. ¿Por qué no eres capaz de amarte tal y como eres? ¿Por qué elegir la ropa cada día tiene que ser una patada en el estómago? Tienes que decir basta. BASTA. Tú vales mucho más que todo eso. Muchísimo. ¿Y qué más da tu cuerpo? Nadie es perfecto, y ya me gustaría saber qué han tenido que hacer las Barbies de turno para conseguirlo. Tú no eres una Barbie, o un Ken, eres una persona real, con sus cosas reales. Que vivan los putos cuerpos en los que las curvas son hacia afuera, joder. Que vivan porque en ellos cabe un corazón más grande que el ego de cualquier muñequita asquerosa. Eres genial tal y como eres, de verdad.Ir a clase es una pesadilla. Sabes que no van a contar contigo si no es para insultarte. Eres el puto centro de sus bromas y sus risas. Valientes hijos de puta… Tú también tienes que decir BASTA. BASTA, joder. NO ERES UNA COSA A LA QUE PUEDAN INSULTAR O PEGAR CUANDO LES DÉ LA GANA. El abusador es alguien aún más acomplejado que tú. ¿Crees que te insultan porque eres el más débil? No, te insultan porque creen que no tienes lo que hace falta para plantarles cara. Estudia al enemigo, busca sus puntos débiles, la mayoría de ellos van corriendo hacia los brazos de sus papás cuando pasa esto. No ataques, sólo dales donde más les duele cuando menos lo esperen. Y no dejes que vuelvan a tocarte. Plántate y déjales claro que no son nadie para hacerte nada. Hazlo por ti. Hazlo por poder estar orgulloso de ti y para demostrar que no hay nada que pueda contigo. Eres mucho más fuerte que todos ellos juntos. Sientes dolor. No sabes por qué, pero cada segundo que pasas llorando te sientes más roto y hundido. Parece que la única solución es hundirte una cuchilla en la vena y romperte tú. La sangre alivia. Claro que alivia, pero las cicatrices dan vergüenza. Liberas estrés y cuando dejas de sangrar parece que el mundo vuelve a ir en armonía, pero no es sí. De verdad que no. Sal de tu pozo de oscuridad y verás que el mundo va en armonía. No dejes que nada te hunda. Nada ni nadie puede hacer que perfores tus venas y puedas morir. Eres fuerte. Eres fuerte y eres genial. Eres de lo mejor de este puto mundo. Así que, por favor, no dejes que el dolor te ciegue nunca más. Antes de ponerte una cuchilla en la muñeca piensa en si de verdad quieres hacerlo. En si de verdad merece la pena una herida por lo que ha pasado. Piensa en si estás orgulloso de las últimas cicatrices. Piensa que hay otras maneras de pagar lo que te han hecho. Por favor, no te cortes. A ti, que has intentando suicidarte. ¿Cómo te sientes? Parece que nadie se ha dado cuenta y te tratan con normalidad cuando necesitas más cariño y te hacen extremado caso cuando necesitas normalidad. Todo parecía más fácil antes de intentarlo, ¿verdad? Lo intentaste y salió mal. ¿O salió bien? Si estás aquí es por algo. Y si has llegado a mi blog también dice mucho. Por favor, por favor. Ama la vida. Algo ha querido salvarte, no has muerto por algo. Tienes que aprovechar esta vida ‘’nueva’’ que tienes para hacer todo lo que no pudiste en la otra. Es una segunda oportunidad que no debes desaprovechar. La vida puede ser bonita si tú quieres. Muchísima fuerza. Estoy segura de que sabrás vivir como antes no sabías. Bueno, chicos, ¿Qué queréis que os diga? Sé que hay miles de personas que viven este tipo de dramas todos los días. Yo fui una de ellas. Pero han vuelto a crecerme las alas y he vuelto a casa. Espero que vosotros también lo hagáis, y espero conoceros a todos. Recordad que no estamos solos, que juntos podemos salir de todos. Gracias a todos por este tiempo que me habéis dedicado leyendo esto. Sois geniales. Todos.Volved a casa pronto. Por favor.
María.
miércoles, 19 de febrero de 2014
Difícil es olvidar a alguien con el que olvidabas todo
Me duele.
Me ahoga.
Noto un nudo en la garganta que se hace cada vez más grande.
Hasta que no puedo más.
Hasta que cambio de tema.
Hasta que vuelvo a gritarme que te tengo que olvidar.
Olvidar.
Que fácil suena. Qué difícil es.
No vas a volver.
No vas a volver.
No vas a volver.
Y así.
Hasta que me duermo y vuelve a salir el sol.
Y con él otro día.
Y otros tantos: No vas a volver.
NO VAS A VOLVER.
lunes, 17 de febrero de 2014
Doce de treinta y seis.
Me preguntan sobre el cáncer.
Gracias por llegar hasta aquí. Por leer, por intentar comprender. Y por preguntar. Nunca dejeis de preguntar, porque hay gente deseosa de responder. Cuentame todo lo que sepas y yo te contaré todo lo que sepa.
miércoles, 12 de febrero de 2014
En ruinas.
Tú solo espérame.
Me dejé las fuerzas y la vida para nada, y en esta monotonía en la que me ahogo puedo jurarte que volvería a hacerlo porque mis sueños se cumpliesen, por poder sentir tu roce una vez más, por no despertarme sabiendo que todo ha sido mentira, que cada vez que respiro te siento más lejos, que te echo de menos.
Porque cada día empiezo de cero y estoy hasta los cojones de aprender a contar de 00:00 a 23:59 para que en un segundo vuelvas a desaparecer. Enséñame a respirar de nuevo, a ser fuerte, a peinarme como tú y a llegarte por las cejas, que me muero de amor por besarte la frente y verte sonreír.
Enséñame a amar mis cicatrices como tú hacías. Enséñame a ser feliz y te enseñaré a quedarte a mi lado aunque no estés aquí. Enséñame a no hacerme heridas buscando tu perfil en mis venas, y hazme creer que, estés donde estés, estás conmigo.
martes, 28 de enero de 2014
Hasta siempre, pequeño.
Decisiones, decisiones..
Pensé que se fueron, que no volverían, pero todo es mentira. Las dudas nunca se van, solo se esconden para que no podamos verlas por un tiempo. Las decisiones avanzan, cada día tomas una diferente, lo que no imaginas es que cualquiera de ellas te puede cambiar la vida... Supongo que a veces escogemos el camino adecuado, otras no. Pero hasta que no lo vivimos, es imposible saber lo que va a pasar, si estaremos haciéndolo bien o mal, si todo por lo que pasaremos servirá de algo. Ahora me doy cuenta de que muchas de estas decisiones son equivocadas, porque miran hacia delante y ni si quiera sabemos si habrá un mañana... El problema es que éstas cosas se suelen entender tarde, cuando ya no hay vuelta atrás, y si la hay, sigues pensando que es mejor no darla, mejor tragar lo que nos queda, ya vendrán tiempos mejores...
Hoy soy fan de ti
Ojos que estando alegres solo quieren llorar.
Esos ojos, que son mis ojos, siempre habían buscado ver más allá; pero esa noche se quedaron estancados en uno de los charcos que la luna derramó en nuestro portal.
Él no habló. Se limitó a tararear una canción que nunca había escuchado, una canción escrita para cavar en pechos ajenos, para liberar almas, para estallar corazones... Porque eso es lo que creía que pasaría a continuación: que me estallaría el corazón, en mil pedazos, lloraría por cada poro de mi piel mientras la lluvia humedecía los rastrojos de mi cuerpo para evitar un incendio.
Pero no hizo falta. Me prendieron sus manos y no me tocaron. El fuego se abrió paso y estalló en la boca, dejandola seca, sedienta de sed, de besos, de anhelos. De todo lo que un día creyó que conseguiría, dejando se buscar, solo soñando...
Poco a poco todo volvió a la normalidad. Las llagas del cuerpo recuperaron el compás de la circulación y se dejaron ser, sobre la piel, rosaceas, inborrables, temiendo ser olvidadas... curadas. Pero eso no era posible, y yo lo sabía cada vez que me miraba en el espejo con los ojos que estando alegres, solo querían llorar. Nadie sería capaz de curarme las heridas porque yo no las dejaba de tocar. Eran tan bellas, que supongo que yo tampoco quería desprenderme de ellas. Eran historia, eran restos de las mil y una batallas de mi mente y de mi alma. ¿Quién era yo para privar al mundo de tan maravillosa estampa?, ¿quién era yo para salvarme?... Nadie... Mantequilla.
lunes, 27 de enero de 2014
Vuelve.
Te echo de menos.
Me preguntan por ti y se me escapa un 'NOSOTROS'.
Que YO no tiene sentido sin antes no va un TU. Que la salsa rosa no me pega con las gambas, que el algodón de azúcar no me pega con la feria, que el blanco no le va al negro, que el yin y el yang es basura, que solo me pega su recuerdo. En la cara, en los brazos, en todos lados...
Cuando de un 'nosotros' ya no quedan ni mis ganas.
Y de todo eso aprendí que no se puede querer tan fuerte, no se puede quemar tanta vida del tirón porque luego los días normales te parecen poco, se te hacen largos o se te hacen cortos pero los sientes inútiles. Pierdes el sentido por todo, nada te llama la atención y cada detalle insignificante que te encuentras a lo largo de la semana puede hacerte recordar aquel incendio de amor con la fuerza de cien mil cañones.
No es práctico que las relaciones que se acaban no puedan cerrarse en cajas, guardando ahí tanto el amor como el dolor. Guardar los recuerdos para que no les busques por la noche, para no atraer el insomnio a los pies de la cama. Guardar los días felices para no compararlos con tus días de mierda...Borrón y cuenta nueva. Amnesia. Que se te olviden los lugares que mirásteis a la vez, las fechas, las películas que visteis juntos, las canciones que os dedicásteis. Los viajes, las noches compartiendo almohada, las confidencias, los te quieros que nunca escucharon respuesta. Guardarlo todo para que no estorbe. Borrarlo todo para que no duela,
Como una copa de tequila del malo.
A veces pienso que los finales serían más fáciles si lo supiéramos de antemano. Como cuando te cuentan una película, o el argumento de un libro... el sock no es tan tremendo. Ni tan duro. Y el duelo no dura tanto. Claro, que, por ejemplo, si yo hubiese sabido dónde estaba nuestro final habría hecho desaparecer todos los calendarios de este mundo para que ese día nunca llegara. Habría retrocedido cada domingo al anterior domingo para alargar nuestras semanas, nuestros meses, nuestros años... Se que suena a locura y que soy solo yo la que hubiera pedido más horas contigo, pero cuando conoces el amor tan de cerca luego es imposible volverlo a encontrar en otra piel.
Encontraré reemplazo, porque el ser humano es así, necesita llenar los huecos que se van quedando vacíos; pero yo se que siempre le voy a dejar espacio a tu nombre, por lo que hemos sido y por lo que he aprendido.
La vida pasa y tu igual
Pido llorando al cielo un poco de razón, pido que vuelvas con mi corazón (¡que ya está bien!) y entiende si te ofendo que no es mi intención... Joder, si es que lo que duele no es que te hayas ido, más que no tenerte me duele tu olvido, porque... que sepas que
Que llegue como llegó
Tu eras la luz que iluminaba el fondo del camino, te pierdo y no encuentro salida de este pozo sin fondo, me ahogo si tu no me salvas... No consigo recordar mi vida sin ti a mi lado, si es que no quiero olvidar lo que hemos pasado, quiero que nunca se enfríe este amor que me quema los dedos, que me hace ante ti vulnerable, y todo deja de ser importante.
Solo importaba mi cama y nosotros queriéndonos dentro, me dormía mirando tu cara y tocando tu pelo, pensando que a veces la vida supera a los sueños, y cierro los ojos, lo intento, pero ya no lo creo.
domingo, 26 de enero de 2014
Nada es igual.
sábado, 25 de enero de 2014
Devuélveme la inspiración.
jueves, 23 de enero de 2014
Día 1.
No te empeñes, él aún está dentro.
Curarme a base de Ginebra
Ya estoy harta de echar de menos. De desgarrarme el pecho día y noche, de saltarme su inicial en la guía telefónica, de taparme las costillas izquierdas para ocultarme esa inicial. Mi autodestrucción. Estoy harta de bucear en el pasado, quizá fue mala idea no hacerlo en alcohol... pero si yo tengo que 'curarme de él' a base de cubatas, estoy segura de que antes de sanar moriría de un puto coma etílico. ¡Ni todas las botellas de ginebra del mundo pueden lavarme la herida que llevo por dentro!. Que hace ya casi un año que lo conozco y aún no he dejado que nadie me cosa a besos... Todo me duele a veces. Todo. Hasta lo bueno me está haciendo una úlcera en una esquina del corazón. Y por cierto, el muy cabrón sigue latiendo. ¿Es que no se ha dado cuenta de que no me quedan ganas de escucharle latir... sin ti?.
Me siento Gilipollas, como nombre propio, cuando se me escapa una frase directamente para él. No se con que derecho mi mente, el destino, o la vida se permiten el lujo de dejarme pensar en él ni siquiera por un segundo. ¡Que duele!... mucho. Muy dentro. Es como una canción sonando en un disco rayado. Y no lo puedo parar. Y quiero que se acabe esta puta canción. QUIERO QUE ACABE TU TIEMPO EN MI CORAZÓN, JODER. Otra vez usando la segunda persona del singular. Maria, ¡que no existe!.
Silencio.
Pum-pum
pum-pum
pum-pum
pum-pum
De pronto un recuerdo y todo se acelera. Va tan rápido que puedo sentir como se contrae, me duele hasta la piel, como si una mano me atravesara el pecho y hurgara por dentro. Y lo tocase todo.
Se acabó. Se acabó este sin vivir. Voy a darle una oportunidad a la vida, voy a sonreírla y a esperar que me sonría. Pero a él ya no le espero. Ya no. Y espero con esto haber aprendido la lección. ''No esperes demasiado ni quieras mucho, porque ese mucho termina doliendo demasiado.''
No supe quererte a medias
No me gustan las medias tintas. Si lo puedo dar todo por ti... ¿Por qué conformarme con darte media sonrisa?, ¿para qué darte unas horas de mi tiempo si puedo darte toda mi vida?. Así funciono, y es algo que tengo que cambiar. Por fin he aprendido la lección. Por fin comprendo que no puedes dar todo por una sola persona porque cuando esta se vaya tú te habrás quedado sin nada. Y no se trata de egoísmo, se trata de aprender a querer mientras a la vez te quieres tú. Es un fifty-fifty. No hablo de querer a medio gas, hablo de querer de forma sana. De quererte a ti. De quererle a él. De querer un nosotros, pero de amar un YO. Un YO sin un TU.
Se puede ser feliz estando solo; el problema llega cuando te das cuenta de que la felicidad no existe si no la compartes. Y ahí vuelve a empezar todo.